Se usa para pasarlo bien, tranquilizarse, socializar…pero a veces no sienta bien, baja la tensión arterial, aumenta la frecuencia cardiaca, aparecen mareos, vómitos, agobio, desorientación. Aparece el “blancazo”.
En algunas personas causa al principio una sensación de euforia que anima a salir y relacionarse, pero puede acabar estropeando la fiesta.
En ocasiones las relaciones familiares y de amistad se ven perjudicadas.