¿Cómo se consume?
Cuando el cannabis se fuma, el THC, su principal componente psicoactivo, y otros químicos pasan de los pulmones al torrente sanguíneo, donde son transportados al resto del cuerpo, incluyendo el cerebro. La persona que lo consume comienza a sentir sus efectos casi inmediatamente.
El contenido de cannabis que se mezcla con tabaco en un porro es muy variable, dependiendo del tipo de consumo y del producto.
También, la concentración del THC varía dependiendo de la forma de consumir las distintas presentaciones del cannabis:
- La marihuana (“hierba”) tiene concentraciones de THC de entre un 0,7% y un 40% (media del 18%).
- El “hachís” contiene entre un 10 y un 20% de THC.
Existen otras presentaciones de cannabis, como los aceites para consumo vía oral (pasteles, galletas o similares) o vía fumada, que pueden contener una concentración del 15% al 60% de THC, y los cannabinoides sintéticos, sustancias muy poco estudiadas y con riesgos desconocidos para la salud.
Los efectos del cannabis pueden demorarse un poco si se consume en alimentos o bebidas—usualmente entre 30 minutos o una hora—porque la droga tiene que pasar primero por el sistema digestivo. Como los efectos tardan más tiempo en aparecer, las personas pueden terminar consumiendo más THC que lo que habían planeado.
