Implica deseo sexual. Y se dirige a personas determinadas. Es decir es cuando ya ponemos cara, nombre...
La atracción depende del deseo no sólo porque toma energía de él, sino también porque lo que atrae es lo que coincide con la orientación del deseo: estímulos heterosexuales, homosexuales o bisexuales.
La atracción depende también de otros factores preprogramados y aprendidos socialmente. Conocer los mecanismos sociales y psicológicos de esta construcción de modelos de atracción, relativizando y no negando su valor, puede ayudarnos a sentirnos atraídas por otras personas y a aceptar que podemos atraer a las demás personas con mayor libertad.