En la actualidad la falta de educación sexual y los modelos de relación que ofrece la televisión, las series y la pornografía, están favoreciendo la presencia de consecuencias negativas: Infecciones de transmisión sexual como la clamidia, la gonococia o la sífilis, embarazos no deseados, violencia sexual o discriminación.
En las relaciones sexuales, para ganar en protección y prevenir riesgos es importante plantearse la utilización del preservativo y la comunicación y cultivar el buen trato, el cuidado mutuo y el placer compartido.
Aunque el preservativo es un instrumento que permite prevenir ITS y embarazos y disfrutar de relaciones sexuales seguras, saludables y placenteras, alejadas de los miedos y preocupaciones del antes, del durante y del después, en el “imaginario colectivo” sigue siendo aún hoy un elemento denostado, asociado a “estorbo”, “corta el buen rollo”, “reducción de placer” o relaciones inestables, esporádicas o de desconfianza, lo que dificulta disfrutar de sus ventajas y hacer un uso más generalizado del mismo.
Además el preservativo fomenta la responsabilidad compartida de la prevención, la planificación del embarazo y el dedicarle el espacio y el cuidado necesario a la relación sexual. Hablar de usarlo abre las puertas a la autoestima, la confianza, la comunicación… El placer y el disfrute se incrementan al desaparecer el miedo a un embarazo no planificado.
Por todo ello es importante poner en VALOR el preservativo masculino o de uso externo y el femenino o de uso interno como método a utilizar tanto en el coito vaginal, como en el sexo oral o el coito anal.
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16/07/2019