Los preservativos

Los preservativos evitan que el semen o líquido seminal entre en la vagina. Por lo tanto, evitan que los espermatozoides y el óvulo se unan, que es una de las condiciones imprescindibles para que se produzca el embarazo.

Los espermatozoides se encuentran en el semen y, aunque en menor cantidad, también en el líquido preseminal. Por lo tanto, hay que utilizar el preservativo desde el principio de la penetración vaginal.

Es un método muy seguro y eficaz para la prevención de embarazo. Y el más seguro para la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).

Existen dos tipos de preservativos: uno de ellos se coloca en el pene y otro se coloca dentro de la vagina.

¿Qué es el preservativo de uso externo o masculino?

Es uno de los métodos de uso masculino. Una funda fina, elástica y resistente de látex u otros materiales que se coloca en el pene erecto antes de la penetración y cuya función es recoger el semen, evitando, de esta forma, que el semen entre en la vagina.

En la actualidad, la responsabilidad de la anticoncepción todavía recae mayoritariamente en la mujer. El preservativo de uso externo es el método que conlleva una mayor implicación en los hombres, y ayuda a equilibrar esta responsabilidad.

¿Y el preservativo de uso interno o femenino?

Es una funda de nitrilo, con un anillo flexible en cada extremo, uno fijo que queda en la parte de la vulva y otro móvil que quedará dentro.

Consejos antes y después de su uso

La eficacia del preservativo es muy alta, siempre teniendo en cuenta cómo guardarlo, colocarlo y retirarlo:

• Guardarlo: en un lugar seco y a temperatura ambiente.
• Colocarlo: desde el inicio de la relación de penetración. Hacerlo a través del juego nos permite conocer nuestro cuerpo, nuestra genitalidad y la de las personas con las que nos relacionamos.
• Retirarlo: es importante sujetar el preservativo para asegurarnos de que no se queda dentro de la vagina. Es de un solo uso.

Se puede utilizar junto a espermicidas y favorece su eficacia utilizarlo junto con lubricantes solubles en agua, para facilitar las relaciones de penetración y, así, evitar las roturas. Además, los espermicidas son sustancias químicas y que destruyen o inmovilizan los espermatozoides.

Es importante aprender a colocarlo bien y utilizarlo desde el principio de la práctica coital vaginal. Su colocación puede ser a través del juego y desde éste conocer nuestro cuerpo, nuestra genitalidad y la de las personas con la que decidimos relacionarnos.

Previene las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).

 

Más información:

• Campaña CON
• La prevención de los riesgos