Los tratamientos hormonales son un método anticonceptivo farmacológico, un preparado hormonal que contiene estrógenos y /o progesterona. Estas hormonas sexuales pueden actuar de la siguiente manera en los factores que contribuyen que se produzca un embarazo:
Por lo tanto, es un método muy eficaz actuando en tres de los aspectos que son importantes para la fecundación.
Existen diferentes formas de poder tomar estos tratamientos hormonales: píldora, parche, anillo, implante e inyección.
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Efectos secundarios: los más frecuentes son dolor de cabeza, náuseas, sangrado entre reglas y tensión mamaria.
Los compuestos por dos hormonas o combinados no son recomendables en mujeres fumadoras, especialmente si son mayores de 35 años ya que la suma de estos factores aumenta el riesgo de efectos secundarios, sobre todo a nivel circulatorio.
Este riesgo es muy bajo en mujeres sanas y muy inferior al que se produce durante el embarazo o en el tiempo inmediato después del parto.
No es conveniente que utilicen este método las personas con hipertensión arterial, migrañas, problemas cardíacos, diabetes, enfermedades hepáticas…
Se compran en la farmacia y requieren receta médica.
En la actualidad, aún no están comercializados anticonceptivos hormonales para hombres, aunque sí existen investigaciones en curso. La responsabilidad recae únicamente en la mujer.
Para la elección del método se puede tener en cuenta la actividad sexual, la edad, la información profesional, los controles que requieren cada uno de ellos, el precio, etc.
Los tratamientos hormonales no previenen las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). |
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