Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son infecciones causadas por bacterias, virus y/o parásitos que se trasmiten mayoritariamente a través del semen, flujo vaginal y/o sangre en las prácticas sexuales coitales sin protección (vaginal, anal y/o oral) con una persona que tiene la infección.
Las ITS muchas veces no tienen síntomas evidentes. Otras veces pueden provocar picor, flujo mal oliente, dolor al orinar, malestar… estos síntomas pueden aparecer después de las prácticas sexuales de riesgo (por ejemplo, la penetración anal, vaginal y/o sexo oral sin utilización de medidas preventivas) o un tiempo más tarde.
Es importante hacer un diagnóstico lo antes posible y, si se detectan a tiempo, la mayoría tienen un tratamiento sencillo. En cambio, si dejamos pasar el tiempo y no hacemos nada, pueden producir complicaciones, como enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad, cánceres…
Cuidar nuestra vida sexual conlleva también prestar atención a las ITS. Para prevenirlas es importante reflexionar sobre las prácticas sexuales que realizamos o queremos realizar, qué son las ITS y VIH, cómo se trasmiten y cómo prevenirlas, conocer las medidas preventivas y cómo utilizarlas y dónde acudir en caso de tener dudas.
Si se tienen dudas, puedes plantearlas en tu Centro de Salud o en un Centro de Salud Sexual y Reproductiva (CASSYR).
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